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Reunión permanente de formación en Kimwenza

Reunión permanente de formación en Kimwenza

Durante este mes de agosto de 2019, 21 cohermanos, sacerdotes y hermanos de las provincias combonianas de África francófona y Roma están experimentando un largo período de formación continua. La reunión se lleva a cabo en nuestra casa en Kimwenza, Kinshasa, un lugar que ofrece un ambiente favorable para este tipo de experiencia.

Se les llama "jóvenes" debido a su edad y al número de años de ordenación o votos perpetuos; pero tienen responsabilidades sólidas e importantes en el servicio misional que llevan a cabo en su provincia. Hay cuatro cohermanos que viven este viaje con ellos y se ocupan de la animación de la reunión: los padres Fidele Katsan, Elias Sindjalim, Vincenzo Percassi y Fermo Bernasconi.

Trabajan en las circunscripciones de TGB (2), CAR (1), Chad (6), RDC (9) y Roma (3) y son de diferentes nacionalidades: Togo, Congo, Benin, CAR, Italia, RSA, Portugal, México . Esta es otra oportunidad, este año dedicada al tema de la interculturalidad, para vivir esta gracia y los desafíos que trae. Muchos de ellos se conocen desde hace mucho tiempo, habiendo vivido juntos en el momento de la formación o en el servicio básico de la misión. Esta es también la gracia de la reunión ...

La idea de esta reunión se remonta a unos años atrás, acogiendo con beneplácito el deseo de algunos cohermanos, discutido durante las asambleas de los provinciales y formadores, y ahora se está haciendo realidad.

El propósito de este compromiso es implementar lo que a menudo se ha enfatizado como importante por los Capítulos y el Consejo General: ayudar a los cohermanos a vivir bien los primeros años de su ministerio misionero, evaluar todas las "posibilidades" y oportunidades de su vida consagrada y misionera, para superar las posibles dificultades en la transición de la educación básica a la vida cotidiana.

Para este fin, esta reunión de formación continua que estamos comenzando a privilegiar es una reinterpretación personal de la experiencia de cada persona, a través de la ayuda de algunos contenidos que tienen la función de entrada, reflexión personal, compartir en un grupo pequeño y un momento de diálogo en la asamblea. La oración personal, la profundización del carisma comboniano y la celebración de la liturgia ofrecen la gracia de devolver todo al corazón de nuestra vida: el don de Dios.
 

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